Un año despues

A principios del pasado año una niña del Colegio de Vistahermosa era atropellada por un coche, afortunadamente las consecuencias no fueron graves.

Los padres de los niños, apoyados por el colegio y por la A.A.V.V. se manifestaron pidiendo soluciones, y cierto es que se instalaron unas bandas sonoras en la calle. En principio la solución no fue mala, lo que no se tuvo en cuenta es que el paso de peatones esta en plena subida o bajada, que quien mas o menos es “triquismiquis” con su coche e intenta esquivar dichas bandas, haciendo la “cafrada de turno”, que si añadimos los coches de los padres en doble fila, el civismo de los que aparcan encima del paso de cebra o en el reservado del autobús escolar, y la guinda cuando llega el único autobús urbano, que coincide en ocasiones a la hora de la salida de los niños y que normalmente tiene su parada ocupada con vehículos particulares.

Yo creo, y me parece que no es una opinión personal, que la solución es:

O un guardia vivito y coleando y no pegotear “guardias muertos” por toda la subida a la Avenida de Vistahermosa, a los que ni quisqui les hace caso, o bien,

Un semáforo, como los que tienen en las calles del centro, si, si, esos que regulan el trafico rodado y de “a pie”, que tienen colores que indican cuando hay que pasar y hasta un pajarito que canta cuando toca pasar a los peatones, ya no pido de los que te dicen cuanto tiempo tienes que esperar en la acera para cruzar, que puestos a gastar pasta, a veces parece que para algunas calles van sobrados.

En el colegio seguimos casi con el mismo problema, no tenemos a nuestros niños seguros cuando salen, pero si tenemos las calles engalanadas con pancartas electorales, que siempre nos pasa lo mismo en época de elecciones, nos visitan todos, pero todos todos, y después... “si te he visto no me acuerdo”, ¡un poco mas de seriedad, señores, por favor!

De todos modos, como no pagamos impuestos distintos y nuestro voto vale lo mismo que los que viven en la rua do Progreso, o Juan XXIII, (por poner un ejemplo) en los que allí siempre sitúan a los agentes mas “agradables”, no estaría de mas que de vez en cuando viésemos por nuestras calles a algún que otro guardia que nos inspire cierta tranquilidad.