La Galicia del XVIII gracias a la politica del XXI

Leo, que la Federacion de Asociación de Vecinos Limiar, ha recopilado un video con las deficiencias de distintos barrios de la ciudad, video que enviará al Concello con el fin de falicitar las tareas de los mandatarios locales, desde la asociación han intentado que la grabación sea breve y por lo tanto dichas deficiencias irán “resumidas en un video, para no aburrir”

Que vergüenza !!! Tener que llevarlo en un video, pero, a quien (lugar para un taco) estamos votando?

Que pasa, que cuando se presentaron a las elecciones no vieron nuestros barrios y se pasearon a sus anchas, haciendo campaña y atendiendo, como si de su casa se tratara, a las reclamaciones de los vecinos?

No visitaron asociación por asociación y dejaron pancartas pegadas avisando de su “honorable visita”?

Si se pretende denunciar que los barrios de Ourense no están a la altura del siglo XXI, es porque a nuestros políticos no se les puede “aburrir” con nuestros problemas, ni que se levanten de sus despachos ni para oír, ni para ver la situación de sus ciudadanos. Que digo ciudadanos !!! ciudadanos no, plebe, esa es la palabra.

Que narices hacen sus señorías con los salarios que ganan? A cuantos cargos, concejalías, despachos, directores generales, funcionarios, chupatintas y demás estamos manteniendo?

Y luego se nos trata de entretener con temas tan banales como si los funcionarios tienen o no que hablar gallego en sus puestos de trabajo, y a mi que me importa lo que hablen? A mi las facturas, me vengan en castellano o gallego las tengo que pagar igual, y los recibos de contribución y el impuesto de circulación, la recogida de basuras, etc etc.

Seriedad señores políticos, seriedad, que se están riendo ustedes de quien les vota, se están riendo del pueblo, y el pueblo se cansa.

Solo se me ocurre una triste palabra que convivió con Galicia durante muchos años, y es que, confío en que esa mala hierba que ha sobrevivido durante tanto tiempo llamada caciquismo, fuese totalmente exterminada y arrancada de nuestra tierra para siempre.

Tenía derecho a mi pataleta. Y bravo por la unión de las asociaciones al no desistir en su empeño a que se les escuche.